Carta a una flor Azul
Cada vez que te pienso, mi corazón se inunda de estrellas.
Te escribo esto siendo mar.
La primera vez que te encontré fue en forma de libro, de libro en forma de barco, de barco en forma de Navegante. Mi barco encontró luz en tu viaje.
Y ese día, el día que te conocí, escribí:
“Ayer en un taller muy bonito regresó la magia, regresé a mí, a recordar que amo:
Las palabras
Las imágenes
Las narraciones
Los títulos
La poesía
Los cuentos
El dibujo
Las máscaras
Los ojos
Lo naif
Un pie de foto. Los pies de foto
Las listas
El diccionario
Contar historias
Los haikus
Las secuencias
Las luciérnagas
El mar
La metáfora
Y abrazar la incertidumbre y esta cosa abrumadora que implica el ser sensible, que no es maldición si se está con las personas adecuadas”.
Te escribo siendo mar, con el corazón inundado.
Hoy te volví a encontrar en forma de flor…de vida, de poesía, de estrella.
Me volviste a recordar la magia, volví a regresar a mí.
Y todo esto lo haces siendo tú, con toda tu hermosa sencillez…de esa que atravieza el corazón.
Eres magia.